RESUMEN
En México, la dislipidemia es considerada uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares, por lo que es importante reducir y/o mantener las concentraciones de colesterol y triglicéridos en valores adecuados. Modificar la dieta, restringir el consumo de alimentos altos en grasas saturadas, aumentar la actividad física, así como usar alimentos funcionales como los probióticos pueden ser una alternativa para disminuir los lípidos en sangre y reducir el peso corporal. Palabras: dislipidemia, colesterol, triglicéridos, probióticos.
ABSTRACT
In Mexico, dyslipidemia is considered one of the main risk factors for cardiovascular disease, so it is important to lower and/or maintain cholesterol and triglyceride levels in acceptable numbers. Modifying the diet, restricting the consumption of foods high in saturated fat, increasing physical activity, as well as using of functional foods such as probiotics can be an alternative to lower blood lipids and reduce body weight. Keywords: dyslipidemia, cholesterol, triglycerides, probiotics
NTRODUCCIÓN
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cambios en el estilo de vida y la alimentación han incrementado la prevalencia de factores de riesgo de mortalidad cardiovascular. Hoy en día, las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un problema de salud pública mundial; en México, la dislipidemia es considerada uno de los principales factores de riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares.
En nuestro país, el 19% de mujeres y hombres de 30 a 69 años muere de enfermedades cardiovasculares y se estima que el 70.3% de la población adulta vive con al menos un factor de riesgo cardiovascular (cuadro 1). El riesgo de un ataque al corazón es tres veces superior en casos de hipercolesterolemia si se compara con un perfil lipídico normal.
La OMS ha pronosticado que para 2030, las enfermedades cardiovasculares seguirán siendo una de las principales causas de muerte y afectarán a aproximadamente 23.6 millones de personas en todo el mundo. Las dislipidemias son un factor de riesgo importante para padecer enfermedades cardiovasculares, arterosclerosis, infarto de miocardio, angina de pecho, accidentes cerebrovasculares y pancreatitis, entre otras, y hoy en día se relacionan con las principales causas de mortalidad en México.
DISLIPIDEMIA
El término dislipidemia indica una concentración elevada de una o varas fracciones de lípidos en suero. Las dislipidemias son trastornos metabólicos en los lípidos caracterizados por un aumento de las concentraciones de colesterol o hipercolesterolemia, incrementos de las concentraciones de triglicéridos (TG) o hipertrigliceridemia, y concentraciones anormales de las lipoproteínas de alta densidad (HDL) y lipoproteínas de baja densidad (LDL). Existen diferentes categorías de este trastorno, según los lípidos que estén alterados; las dos formas más importantes son la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia, aunque hay otras alteraciones que pueden ser frecuentes, como la hiperquilomicron.
TRATAMIENTO La dislipidemia se relaciona en muchas ocasiones con la obesidad, esto debido a una ingesta de energía mayor que el gasto corporal. Las dietas poco saludables, con alto contenido de grasas, sal y azúcar libre, así como bajas en carbohidratos complejos, frutas y verduras, aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, un adecuado manejo de la dieta y un ejercicio regular son factores importantes en el tratamiento de las dislipidemias. Para la disminución del riesgo cardiovascular, la Asociación Americana del Corazón recomienda el consumo de patrones de alimentación, como la dieta tipo DASH (por sus siglas en inglés de Dietary Pattern to Stop Hypertension) o la dieta Mediterránea, pues todas estas suelen tener alto contenido de frutas, verduras, granos en teros, nueces, leguminosas, cereales altos en fibra, productos lácteos bajos en grasa, pescado, carne magra y pollo sin piel. Además, la ingesta de grasas saturadas debe limitarse a < 7% del consumo calórico del día, < 1% a las grasas trans, < 200 mg/día de colesterol y limitar el consumo de azúcares.
Se han diseñado estrategias de abordaje que contemplan desde la prevención hasta la rehabilitación. Generalmente estas estrategias contemplan el tratamiento farmacológico y cambios en el estilo de vida que incluyen cambios en la alimentación y actividad física.
Los alimentos funcionales, como los probióticos, contribuyen a bajar de peso y a disminuir los valores de colesterol total, colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y en algunos casos mejora el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) o las concentraciones de triglicéridos (TG) y con ello impactan favorablemente en la persona al disminuir su riesgo cardiovascular.
PROBIÓTICOS
Los probióticos han sido definidos por la OMS/FAO/ONU como microorganismos vivos que, cuando son administrados en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud del huésped. Diferentes estudios han mostrado evidencia de que los probióticos y/o prebióticos bien establecidos poseen efectos beneficiosos sobre la hipercolesterolemia. Se han evaluado cepas de probióticos o nuevos tipos de prebióticos por su efecto potencial en personas con estas alteraciones. Los probióticos más utilizados como alimento funcional en casos de dislipidemia son Lactobacillus y Bifidobacterium.
Reducen de la absorción.
Hay una captación de colesterol directamente por las membranas de las células bacterianas.
Reducen la reabsorción del colesterol unido a las sales biliares. Esto se ha observado principalmente en bacterias de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium.
Contribuyen a la transformación del colesterol en otros metabolitos, como el cloprostenol; tal circunstancia se ha podido comprobar preferentemente en bacterias del género Lactobacillus.
Inhiben la síntesis hepática de colesterol a través de la formación de ácidos grasos de cadena corta, como el ácido propiónico liberado por la fermentación bacteriana a nivel intestinal.
Las cepas más utilizadas como alimento funcional en casos de dislipidemia son microorganismos como los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium. Se sabe que los indicadores de glucemia, lípidos, presión arterial e inflamación mejoran significativamente con la suplementación con probióticos, en particular en sujetos que tienen una edad ≤ 55, un IMC inicial <30 kg/m2, una duración de la intervención de más de 8 semanas y que recibieron probióticos de múltiples especies.
CONCLUSIÓN
Es cierto que se requieren programas preventivos para revertir el problema de la dislipidemia, por lo que el papel del médico de primer contacto es de suma importancia en el diagnóstico y tratamiento. Modificar factores como la dieta, aumentar la actividad física y disminuir el IMC ayuda a disminuir las concentraciones de colesterol y otros lípidos. La suplementación con probióticos puede ser un gran complemento de la dieta sana y podría tomarse como una nueva terapia para el tratamiento de las dislipidemias y para prevenir enfermedades cardiovasculares.
LECTURAS RECOMENDADAS
Dalto P, Takehara N. Effect of probiotics on plasma cholesterol. Diaeta. 2012;(30)139:11-17. Ejtahed HS, Mohtadi-Nia A, Homayouni-Rad M, Niafar M, Ashari-Jafarabadi M, Mofid V, Akbarian-Moghari A. Effect of probiotic yogurt containing Lactobacillus acidophilus and Bifidobacterium lactis on lipid profile in individuals with type 2 diabetes mellitus. J Dairy Sci, 2011;94:3288-3294. Sun J, Buys N. Effects of probiotics consumption on lowering lipids and CVD risk factors: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Annals of Medicine. 2015;(47)6:430-440. doi:10.3109/07853890.2015.1071872 Jones LM, Martoni CJ, Parent M, Prakash S. Cholesterol-lowering efficacy of a microencapsulated bile salt hydrolaseactive Lactobacillus reuteri NCIMB 30242 yoghurt formulation in hypercholesterolaemic adults. British Journal of Nutrition. 2011;(107)10:1505-1513. Recuperado de http://journals.cambridge.org/action/displayAbstrac t?fromPage=online&aid=8560293&fileId=S0007114511004703 Liang T, Wu L, Xi Y, et al. Probiotics supplementation improves hyperglycemia, hypercholesterolemia, and hypertension in type 2 diabetes mellitus: An update of meta-analysis. Crit Rev Food Sci Nutr. 2021;61(10):1670-1688. doi:10.1080/10408398.2020.1764488 Pavía LA, Aguilar SC y col. Consenso de la Sociedad Mexicana de Cardiología en el diagnóstico y tratamiento de las dislipidemias y aterosclerosis. Med Int Méx. 2020 mayo-junio;36(3):390-413. https://doi.org/10.24245/mim. v36i3.3671 Shimizu M, Hashiguchi M, Shiga T, Tamura HO, Mochizuki M. Meta-Analysis: Effects of Probiotic Supplementation on Lipid Profiles in Normal to Mildly Hypercholesterolemic Individuals. PloS one. 2015;(10)10:e0139795. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0139795 World Health Organization (WHO). Global Health Observatory data. Raised cholesterol. Disponible en: http://www.who.int/gho/ncd/risk_ factors/ cholesterol_text/en/2016. [Citado 2019 Agosto 2020]