RESUMEN
La nutrición prenatal materna y la nutrición del niño en los primeros 1000 días son factores cruciales en el desarrollo. Hoy sabemos que este periodo es la ventana crítica para promover el crecimiento y el desarrollo adecuado, así como para disminuir los riesgos de la salud de niños y adultos, incluyendo obesidad, hipertensión y diabetes, entre otros, que pueden ser programados por el estado nutricional durante este período. Por ello, tener una alimentación adecuada tiene un gran impacto en la salud, crecimiento y desarrollo durante toda la vida.
Palabras clave:
nutrición, lactancia, epigenética, salud, crecimiento, desarrollo, alimentación complementaria
ABSTRACT
Maternal prenatal nutrition and child nutrition in the first 1000 days are crucial factors for development.
Today we know that this period is the critical window to promote growth and proper development, as well as reduce health risks for children and adults, including obesity, hypertension, and diabetes, among others, that can be programmed by the nutritional status during this period. Therefore, having an adequate diet has a great impact on health, growth, and development throughout life.
Key words:
nutrition, lactation, epigenetics, health, growth, development, complementary feeding
INTRODUCCIÓN
El crecimiento y el desarrollo están determinados desde la etapa embrionaria por la genética y los factores ambientales con los que se interactúa. Los riesgos para la salud infantil y adulta pueden programarse durante las etapas fetal-neonatal y esta programación metabólica precoz puede afectar el desarrollo posterior de alteraciones como la obesidad y otras enfermedades no transmisibles asociadas. La vida temprana, por la gran plasticidad que la caracteriza, constituye el momento ideal para intervenir y prevenir los riesgos de enfermedades en la vida adulta.
Una adecuada nutrición es de suma importancia para apoyar el crecimiento y desarrollo del menor, ya que repercutirá en su vida adulta.
Hoy sabemos que los primeros 1000 días de vida son la clave para una vida sana, ya que este período tiene importantes consecuencias para la salud y el desarrollo, tanto a corto como a largo plazo.
Los primeros 1000 días de vida comienzan con los 270 días desde la concepción hasta el nacimiento, a los que siguen los 730 días posteriores al nacimiento, es decir, los 2 primeros años de vida.
Este es el periodo crítico para el desarrollo del menor, ya que es la etapa de mayor crecimiento, en la que inicia la formación física y emocional. Durante esta etapa, el niño se encuentra más receptivo y vulnerable ante cualquier problema de nutrición.
Un estado deficiente de nutrición en la madre está asociado con un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo, lo que puede traducirse en mortalidad fetal, déficit en el crecimiento intrauterino y mortalidad en la primera infancia; la nutrición deficiente también se asocia con un mayor riesgo de padecer enfermedades no transmisibles en la vida adulta, así como de presentar una capacidad cognitiva reducida. El daño físico, mental y de desarrollo causado por la desnutrición durante los primeros 1000 días puede durar toda la vida.
Es por esto por lo que en los últimos años ha aumentado el interés sobre los efectos que tiene esta etapa crítica, ya que representa una ventana de oportunidad para incidir en la salud de la etapa adulta.
EPIGENÉTICA
Se ha confirmado que los factores ambientales son capaces de promover cambios en el genoma, particularmente en la etapa fetal y en los primeros meses de la etapa posnatal.
La nutrición se considera un factor ambiental que influye en el desarrollo, pudiendo alterar la forma en que se expresan los genes desde la etapa gestacional y promoviendo cambios epigenéticos de origen preconcepcional e incluso generacional. Estos cambios pueden asumirse como factores de riesgo para el desarrollo de diversas enfermedades, como hipertensión, obesidad, diabetes mellitus tipo 2, así como algunos desórdenes asociados con el desarrollo motor.
Debido a que la nutrición de la madre afecta el crecimiento del feto y puede también impactar en el desarrollo durante su infancia, se le ha llamado programación fetal.
Para mejorar el estado nutricional de los niños durante esta etapa, es vital que las mujeres tengan una alimentación adecuada antes de la concepción y durante la gestación para mejorar el estado nutricional de los niños.
Así, resulta imprescindible cubrir las necesidades de nutrientes durante el embarazo, dado que hay un incremento en las necesidades de energía, proteínas, vitaminas y minerales derivado del aumento en el metabolismo por el rápido crecimiento del bebé.
SUPLEMENTACIÓN ANTES Y DURANTE EL EMBARAZO
Los principales elementos que deben considerarse para la suplementación de la mujer que está considerando un embarazo o que ya está embarazada son los siguientes:
LACTANCIA
La leche materna es un alimento único e irremplazable debido a que aporta todos los nutrientes que garantizarán un desarrollo adecuado. Además, es un factor protector de la aparición del exceso de peso en la infancia y en la adolescencia, que brinda protección frente a las enfermedades alérgicas.
La leche materna contiene una variedad de sustancias inmunológicamente activas que incluyen inmunoglobulinas, factores antimicrobianos y leucocitos, así como compuestos con propiedades antiinflamatorias y promotoras de la tolerancia, como los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, factor activador de plaquetas e interleucina 10.
Se recomienda la lactancia materna exclusiva y a demanda durante los primeros 6 meses de vida. Cuando no es posible o suficiente, se debe recurrir a la fórmula láctea que recomiende el pediatra.
Durante esta etapa de ventana crítica es importante promover la lactancia materna exclusivamente, ya que hay menor riesgo de desarrollar enfermedades a corto y largo plazo, como diarreas, otitis media, neumonía, alergias alimentarias, infecciones urinarias, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión y obesidad.
Como el reloj de los 1000 días no se puede reiniciar, debemos de adelantarnos y adquirir los conocimientos adecuados sobre la alimentación en este importante periodo.
ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA
La Organización Mundial de la Salud definió la alimentación complementaria como todo aquel alimento líquido o sólido diferente de la leche materna que se introduce en la dieta del niño, incluyendo las fórmulas lácteas infantiles.
La introducción de nuevos alimentos o alimentación complementaria en niños siempre ha causado controversia debido a las diferencias que existen en cada grupo étnico y cultural en la población mundial.
La recomendación es mantener la lactancia materna exclusiva por 6 meses para iniciar posteriormente con los alimentos complementarios. Además de promover un crecimiento óptimo y prevenir la presencia de comorbilidades, su influencia sobre el desarrollo cognitivo y los hallazgos recientes sobre la prevención temprana de enfermedades crónicas apoyan la recomendación de mantener la lactancia exclusiva hasta la edad mencionada.
La lactancia materna ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, pero parece haber un efecto negativo sobre la adiposidad en niños y el riesgo de sobrepeso u obesidad cuando se introducen alimentos complementarios antes de los 4 meses de edad, mientras que la introducción de alimentos complementarios después de los 6 meses se asocia con una menor masa grasa.
La introducción de alimentos complementarios se basa en el desarrollo neurológico. Durante este proceso, el lactante pierde reflejos primarios y adquiere una serie de habilidades motoras que le permiten sentarse; asimismo, aparece la deglución voluntaria, que le permite recibir alimentos de texturas blandas, como purés o papillas con cuchara.
La maduración de tracto gastrointestinal está íntimamente relacionada con la capacidad de introducir nuevos alimentos a la dieta, en tanto que la maduración renal adquiere importancia al considerar que de ella depende la capacidad que tendrá el lactante para depurar la cantidad de solutos presentes en los nuevos líquidos y alimentos que se van introduciendo a la dieta.
Existe una ventana de oportunidad en este periodo de la vida para introducir una variedad de sabores, olores, texturas y comidas. Al conseguirlo en los primeros 2 años de vida se puede conducir a la aceptación de una amplia variedad de alimentos posteriormente, lo que resalta la importancia que la dieta sea variada desde el principio, estableciendo horarios y patrones de alimentación.
El sobrepeso y la obesidad no sólo están determinados por los genes, sino que también la ingesta excesiva de proteínas en los primeros 1000 días de vida tiene un gran impacto en el futuro del niño.
CONCLUSIÓN
El periodo de los 1000 días es la ventana crítica para la salud y el desarrollo. Una adecuada alimentación es fundamental para un correcto funcionamiento del organismo, un buen crecimiento, una óptima capacidad de aprendizaje y un correcto desarrollo psicomotor y, sobre todo, para la prevención de factores de riesgo que influyen en la aparición de algunas enfermedades no transmisibles a largo plazo.
Los daños que se generen durante estos primeros 1000 días tendrán consecuencias irreversibles, por lo que la prevención y el manejo de la alimentación son fundamentales en este período. El reloj de los 1000 días no se puede reiniciar y debemos ser visionarios para mejorar la calidad de vida de los niños de manera oportuna. Por todo lo anterior, es importante una intervención nutricional adecuada en edades tempranas para evitar enfermedades en la edad adulta.
LECTURAS RECOMENDADAS
Casillas JMP. Impacto del estado nutricio sobre el desarrollo cerebral y psicomotor. Actividad motora: Una aproximación integral, 2021:83. Cuadros-Mendoza CA, Vichido-Luna MA, Montijo Barrios E, Zárate-Mondragón F, Cadena-León J, Cervantes-Bustamante R et al. Actualidades en alimentación complementaria. Acta Pediatr Mex. 2017;38(3):182-201. Pearce J, Taylor M, Langley-Evans, S. Timing of the introduction of complementary feeding and risk of childhood obesity: a systematic review. Int J Obes 2013;37: 1295–1306. https://doi.org/10.1038/ijo.2013.99 Pietrobelli A, Agosti M, MeNu Group. Nutrition in the First 1000 Days: Ten Practices to Minimize Obesity Emerging from Published Science. Int J Environ Res Public Health. 2017 Dec 1;14(12):1491. https://doi.org/10.3390/ijerph14121491 Schwarzenberg SJ, Georgieff MK, et al. Advocacy for Improving Nutrition in the First 1000 Days to Support Childhood Development and Adult Health. Pediatrics. 2018;141(2):e20173716. 10.1542/peds.2017-3716. World Health Organization. Complementary Feeding: Report of the Global Consultation and Summary of Guiding Principles. Geneva, Switzerland: World Health Organization; 2001