15 ago 2024
Historia clínica
Una madre lleva a su bebé de 8 meses a su médico de cabecera. Manifiesta que el niño tiene diarrea. Desde un viaje de vacaciones a Acapulco hace 1 mes, el bebé ha presentado hasta cuatro deposiciones líquidas y blandas al día. La madre también ha observado que las heces tienen un olor más intenso y son más pálidas de lo habitual.
Antes de sus vacaciones, refiere que el niño tenía una o dos deposiciones blandas al día. Por lo demás, afirma que se encuentra bien y crece normalmente. Tiene un apetito saludable, disfruta de la comida y se muestra activo y feliz.
Fue amamantado hasta los 6 meses de edad. Vive con sus padres y dos hermanos mayores, de 5 y 7 años, en una casa con tres dormitorios en buen estado. Su madre trabaja como asistente de enseñanza a tiempo parcial en una escuela primaria local y su padre es agente de bienes raíces.
Los dos niños mayores asisten a la escuela durante el día y el bebé va a la guardería cuando su madre está trabajando. El resto de la familia se encuentra bien y no ha tenido diarrea; no hay antecedentes recientes de gastroenteritis en la familia o en la guardería.
Examen Físico
Un control de crecimiento reciente muestra que ha mantenido su peso y longitud en el percentil 25. En el examen físico al bebé no se le encuentra nada anormal; en particular su abdomen es suave, no doloroso y no se palpan masas.
Preguntas
• ¿Cuál es su diagnóstico?
• ¿Qué exámenes ordenaría?
• ¿Qué consejo le daría a la madre acerca de las necesidades dietéticas del niño?
Comentarios
Este bebé tiene diarrea del niño pequeño. El diagnóstico de diarrea del niño pequeño se puede realizar en un niño que está bien, crece y juega normalmente y no manifiesta trastornos con la presencia de diarrea. Se cree que un exceso de azúcares no digeridos en el contenido intestinal provoca un aumento en el contenido de agua del intestino grueso, lo que causa evacuaciones acuosas. A medida que el niño crece, se cree que el intestino se vuelve más eficiente y el problema se resuelve; sin embargo, es conveniente solicitar cultivos de heces: dos o tres muestras en diferentes ocasiones. El antecedente de viaje reciente hace necesario excluir patógenos intestinales, por lo que debe solicitarse un examen para bacterias, huevecillos, quistes y parásitos.
Se debe comentar a la madre sobre los siguientes puntos:
• Grasa. La diarrea de los niños pequeños es más común en aquellos que son alimentados con una dieta baja en grasas. La dieta de niños en edad preescolar debe contener entre un 35 y 40% de grasa. Debe recomendarse leche entera en lugar de leche descremada, yogures, quesos, pudines y otros productos lácteos sin grasa.
• Líquidos y jugos de frutas. A algunos niños solo se les da de beber jugos o concentrados de frutas para calmar su sed. Se debe advertir a las madres que es preferible el agua. El jugo de frutas contiene carbohidratos que no se digieren ni absorben antes de pasar al intestino grueso. El jugo de manzana claro puede ser el peor en esta situación. El azúcar en las bebidas puede arruinar el apetito del niño, lo que lleva a una tendencia a comer menos grasa y fibra en los horarios normales de las comidas.
• Fibra. Los niños deben consumir fibra, como la contenida en frutas, pan integral y verduras. La fibra absorbe el exceso de agua en el intestino, haciendo que las heces sean más voluminosas y menos líquidas.
Puntos clave
• Los niños difieren de los adultos en sus necesidades dietéticas.
• Los consejos sobre alimentación saludable para niños deben adaptarse de acuerdo con su edad.
• Después de establecer las inquietudes del paciente o de los padres, tranquilizarlos es una medida muy importante en el trato clínico del médico de cabecera.