DR. J. HÉCTOR SÁNCHEZ MIJANGOS
DRA. CAROLINA GUERRERO GARCÍA
DR. ALBERTO FRANCISCO RUBIO GUERRA
Especialista en Medicina Interna certificado, Director Clínica OMEGA Diabetes, Internista Hospital Médica Sur
Médica Cirujana, Educadora en Diabetes, Sub Investigadora Clínica OMEGA Diabetes
Especialista en Medicina Interna certificado, Ex presidente del Colegio de Medicina Interna de México,
Médico Internista Clínica OMEGA Diabetes
La diabetes mellitus tipo 2 (DM2),
enfermedad no transmisible caracterizada por presentar cifras de glucosa en ayuno ≥126 mg/dl es en la actualidad un
serio problema de salud pública a nivel mundial. Aproximadamente más de 463 millones de personas viven con
diabetes alrededor del mundo y se estima que para el año
2045 aumente la prevalencia a más de 700 millones de individuos.1
Una de las principales complicaciones de la diabetes es
la enfermedad renal crónica
(ERC) caracterizada por una
disminución del filtrado glomerular ≤60 ml/min/1.73m2
la cual para el año 2017 tenía una incidencia del 12.2% y se
le atribuían 51.4 muertes por cada 100,000 habitantes. En
la actualidad se sabe que 1 de cada 3 pacientes con DM2
desarrollará insuficiencia renal lo que implica un mayor
impacto económico en el tratamiento de estos pacientes
e incluso mayor mortalidad.2
Fisiología
En condiciones normales los riñones desarrollan las
siguientes funciones:
Fisiopalogía
Las principales alteraciones en los riñones en la ERC son
originadas por una disminución de las nefronas, la cuál
es la unidad anatomofuncional del riñón lo que genera
hiperfiltración, aumento de la presión arterial, proteinuria,
fibrosis túbulo intersticial y glomeruloesclerosis.4
A nivel metabólico los cambios que se producen son: un
aumento del catabolismo proteico, también llamado “Síndrome de desgaste proteico energético” caracterizado
por niveles séricos disminuidos de albúmina y/o pre albúmina así como pérdida de peso. También encontramos:
anemia, hiperfosfatemia, hipercalcemia, hipocalemia, hiperparatiroidismo secundario, resistencia a la
insulina y dislipidemia.5
Es de suma importancia mencionar también
que las alteraciones hormonales, metabólicas
y aumento de metabolitos urémicos favorecen
anorexia urémica por lo que el paciente pierde
el apetito.6
Gasto energético
En condiciones normales, el gasto energético
debe ser de 35-45 Kcal/kg ideal/día distribuidos
de la siguiente manera: 50-60% de carbohidratos, 30-40% de lípidos (principalmente ácidos
grasos no saturados) y un 15% de proteínas de
alto valor biológico como: huevo, carne, leche
y pescado6; Sin embargo, en los pacientes con
ERC varía dependiendo de la tasa de función
renal.
Tratamiento nutricional
Como parte del tratamiento de la ERC Las guías KDIGO recomiendan que los pacientes que viven con enfermedad renal crónica secundaria a diabetes deben de consumir alimentos con un adecuado aporte calórico, proteico y mineral (frutas, vegetales, granos, fibras, legumbres, nueces y grasas insaturadas así como una cantidad limitada de carne procesada, carbohidratos refinados y bebidas endulzadas.7 La ingesta de proteína de alto valor biológico en los primeros estadios de la enfermedad renal no debe ser diferente a la recomendada en cualquier individuo es decir, 0.8 g/ kg/d, sin embargo en estadios avanzados el tratamiento se debe de individualizar. En ERC estadio III o estadio IV la ingesta de proteínas debe de ser de 0.6 g proteínas/ kg de peso/día para evitar aumento de metabolitos nitrogenados. En pacientes con un grado de malnutrición importante la ingesta de proteínas puede ser de 0.6-0.75 g proteínas/kg peso/día. El consumo de sodio se debe de mantener < 2 g/día y de calcio entre 1200-1600 mg/día.6
A principios de la década de 1970 el Dr. Mackenzie Walzer,
nefrólogo de amplia experiencia en ERC, quien trabajaba
como profesor de farmacología terapéutica experimental
y medicina en la Universidad Johns Hopkins fue el pionero en el desarrollo de los alfaceto análogos como suplementos en la enfermedad renal crónica, incorporando éstos a una alimentación restringida en proteínas y fósforo,
que demostró retrasar el inicio del tratamiento sustitutivo
de la función renal (trasplante o requerimiento de diálisis).
En 1973 publicó su estudio “The Effect of Keto-analogues
of Essential Amino Acids in Severe Chronic Uremia” en el
que incluyó a 10 pacientes con enfermedad renal crónica
y los distribuyó en tres categorías de acuerdo a su aclaramiento de urea:
A todos los pacientes se les proporciono una alimentación
restringida en proteínas cubriendo los requerimientos
particulares de calorías, sodio y potasio de acuerdo a su
estadio de ERC; así como también los análogos de aminoácidos en 3 o 4 dosis al día.
El grupo que recibió los alfa ceto análogos vs los que recibieron aminoácidos de la forma habitual, tuvo una clara
disminución de la concentración sérica de urea, ya que
estos suplementos promueven la utilización de amonio
derivado de la ureólisis.8
Los alfa cetoanálogos, llamados también hidroxiácido o
cetoácido son ácidos orgánicos que contienen en su composición un grupo carboxilo y un grupo funcional cetona
indicados como coadyuvantes en el tratamiento de la enfermedad renal crónica.9
Estos compuestos disminuyen la inflamación y la absorción de fosfato, y su ingesta permite limitar el consumo de
proteínas habituales, lo que permite reducir la progresión
de daño renal ya que, entre otros mecanismos disminuye
la inflamación glomerular y prolongan la fase predialítica.
Investigaciones previas
Velázquez Razo y colaboradores reportaron una mejora
en el perfil metabólico de los pacientes suplementados
con alfa cetoanálogos de aminoácidos en una población
mexicana en etapa predialítica con administración mayor
a 6 meses de ceto análogos a quienes se evaluó también
composición corporal, antropometría, estudios de laboratorio, presión arterial y depuración de creatinina encontrando una mejora en los siguientes parámetros bioquímicos: colesterol, glucosa, calcio, fósforo y ácido úrico por
lo que previenen el hiperparatiroidismo y la acumulación
de solutos.13
Los alfa ceto analógos en realidad son muy bien tolerados
únicamente pueden desarrollar episodios de hipercalcemia y síntomas gastrointestinales como pirosis.9,11
Conclusión
La administración de los alfa cetoanálogos de aminoácidos en pacientes con enfermedad renal crónica en estadio moderado son muy útiles y representan una gran
oportunidad como coadyuvantes en el tratamiento por su
potencial beneficio en el balance nitrogenado, sin embargo aún es necesaria mayor difusión respecto a su potencial terapéutico para ayudar al mayor número de pacientes con esta condición.
REFERENCIAS
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