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18 nov 2022

Reacciones alérgicas alimentarias

Med-Galenus

Alergología

Alergología

Medicina General

Medicina General


Autor: Dr. Pedro Miguel Escalante


Resumen Las reacciones alérgicas a los alimentos han aumentado en los últimos tiempos y son motivo de consulta frecuente para el médico de atención primaria, quien debe estar capacitado para identificar y tratar oportunamente estos trastornos, que afectan en forma importante la calidad de vida del paciente y sus familiares. En la historia clínica deben investigarse detalladamente antecedentes de este tipo y realizarse una exploración física detallada; si el caso lo amerita, se solicitan exámenes más completos o se valora el envío a un especialista. En el tratamiento de estos trastornos son importantes las medidas preventivas, al identificar y evitar el alimento causal, y en reacciones aisladas no progresivas son muy útiles los corticosteroides y antihistamínicos H1 de segunda generación, como betametasona y loratadina, respectivamente. Palabras clave : alergia, alimentos, anafilaxia, calidad de vida, corticosteroides, antihistamínicos.


Abstract Allergic reactions to food have increased in recent times and are a frequent reason for consultation with the primary care physician, who must be trained to identify and treat these disorders in a timely manner, as they significantly affect the quality of life of the patient and their relatives. Details of this type should be carefully investigated in the clinical history and a thorough physical examination should be performed; if the case warrants it, more complete tests are requested or referral to a specialist is considered. In the treatment of these disorders, preventive measures are important, by identifying and avoiding the causal food, and in isolated non-progressive reactions, corticosteroids and second generation H1 antihistamines, such as betamethasone and loratadine, respectively, are very useful. Key words : allergy, food, anaphylaxis, quality of life, corticosteroids, antihistamines.


Introducción Según el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas y la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, la alergia alimentaria se define como una “reacción adversa hacia determinados alimentos, que surge de una respuesta inmunitaria específica, ya sea mediada por inmunoglobulina (IgE), por células o por ambos”.1 Este padecimiento ha registrado un incremento progresivo en las últimas décadas, lo que ha repercutido en una mala calidad de vida tanto para los niños y adultos que la padecen como para sus familiares. Por ello, resulta de vital importancia que el médico de atención primaria tenga un buen conocimiento de esta alteración para su diagnóstico temprano y envío oportuno a un servicio especializado. Asimismo, este conocimiento brinda al paciente la oportunidad de recibir una mejor atención en los servicios de urgencias.2 Conceptos La Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAAACI) propuso, en el año 2001, una nomenclatura revisada para la alergia con objeto de facilitar el uso de términos internacionalmente aceptados, actualizados a su vez en el 2003 por la Organización Mundial de Alergia (WAO). Esta nomenclatura se basa en el mecanismo que inicia la reacción, habitualmente inflamatoria, y que causa los signos y síntomas de la enfermedad alérgica.3 *La hipersensibilidad describe los signos o síntomas, reproducibles objetivamente, que se inician con la exposición a un estímulo a dosis tolerada por personas normales. Se ha propuesto el término de hipersensibilidad a alimentos como sinónimo de cualquier reacción adversa a alimentos.


*El término alergia se reserva para aquellas reacciones en las que está implicado un mecanismo inmunitario específico.


*La reacción de hipersensibilidad alérgica a alimentos es la alergia alimentaria . Cuando no se demuestran estos mecanismos se utiliza el término de hipersensibilidad no alérgica .


* Atopia es la tendencia familiar o personal a producir anticuerpos específicos IgE en respuesta a dosis bajas de alérgenos, por lo general proteínas, y a desarrollar síntomas típicos de asma, rinoconjuntivitis, eczema o dermatitis. Este término hace referencia a una predisposición genética.


* Alérgeno de un alimento es el antígeno o proteína capaz de inducir una respuesta alérgica.


* Anafilaxia es una reacción de hipersensibilidad generalizada o sistémica grave con riesgo vital.3


Epidemiología Las reacciones adversas a alimentos son muy comunes. Por ejemplo, en un estudio efectuado en España, ocuparon el quinto lugar entre los trastornos que trata un alergólogo debidos a diferentes causas. Sin embargo, únicamente se define alergia alimentaria a la mediada por un mecanismo inmunitario.4


La prevalencia de reacciones adversas alimentarias en adultos supera el 30%, mientras que la alergia alimentaria mediada por IgE no suele ser mayor al 2%. En niños, se calculan cifras cercanas al 5% de alergia alimentaria y las reacciones son más frecuentes en aquellos con antecedentes personales o familiares con otras enfermedades alérgicas. Más de un 15% de la población general considera ser alérgica a algún alimento, aunque los estudios realizados sugieren que el predominio real de alergia a los alimentos es del 1.5 a 2% en la población adulta.4


Alergia alimentaria mediada por IgE (hipersensibilidad tipo I) La alergia alimentaria inicia con un proceso de sensibilización del organismo, durante el cual se produce el contacto con un alérgeno alimentario de manera repetitiva. La primera etapa de la enfermedad, denominada fase de inducción o de sensibilización, transcurre sin sintomatología y en ella los linfocitos B producen IgE específicas que se distribuyen por todo el organismo por medio del torrente sanguíneo.5


La exposición de la persona sensible al alérgeno resulta la unión de las IgE a los mastocitos tisulares y a los granulocitos basófilos circulantes. La posterior exposición a ese mismo alérgeno (en la denominada fase de provocación) activa la liberación de mediadores proinflamatorios por parte de los mastocitos y los basófilos sensibilizados, lo que se traduce en el desencadenamiento del cuadro clínico de la alergia. Por lo tanto, para que tenga lugar una reacción alérgica de tipo I, es necesaria la aparición de IgE específicas de antígeno producidas por linfocitos B.5 La alergia alimentaria mediada por IgE es la que tiene mayor repercusión desde el punto de vista clínico, ya que conlleva la aparición de reacciones potencialmente graves o mortales, con síntomas que implican a los sistemas respiratorio, digestivo, cardiovascular o la piel.5 La gravedad de los síntomas puede variar desde un grado moderado (erupción cutánea, urticaria, picor, lagrimeo, enrojecimiento ocular, irritación labial y ocular, náusea, vómito o diarrea) a grave (dificultad respiratoria, hipotensión, choque anafiláctico, etc.), y su gravedad depende de la edad, la sensibilidad individual, el grado de exposición (es decir, la cantidad de alimento consumido) y la presencia de otros factores concomitantes, como el asma o el uso de determinados medicamentos, como los esteroides o los antihistamínicos. Hay estudios clínicos que señalan que el grado de sensibilidad dentro de una población alérgica puede variar en órdenes de magnitud; esto significa que una misma exposición a un alérgeno puede tener diferentes consecuencias en función del individuo.5


En la edad pediátrica


La forma clínica de presentación más frecuente en la edad pediátrica es la afectación cutánea, que se manifiesta como urticaria-angioedema (63.5%), síntomas orales (33.6%), manifestaciones digestivas (24.7%), anafilaxia (<20%), broncoespasmo (<10%) y anafilaxia inducida por el ejercicio (<5%). Las manifestaciones digestivas incluyen náusea, vómito, dolor abdominal o diarrea. El síndrome de alergia oral, que se caracteriza por prurito oral o faríngeo y eritema peribucal, es característico de la alergia a determinados vegetales. El broncoespasmo de modo aislado es poco frecuente y debe alertar sobre la posibilidad de que se esté presentando una anafilaxia.6

Figura 1 . Fases de la respuesta inmunitaria mediada por IgE (Tomado de Pediatría i ntegral; Macías, Alergia a los alimentos, Vol. XXII, Núm. 2, 2018 https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2018-03/alergia-a-los-alimentos/. )

La anafilaxia se define clásicamente como la afectación sistémica de dos o más órganos en forma simultánea. Los últimos documentos de la EAACI y la AAAI definen anafilaxia como una reacción de hipersensibilidad grave que pone en riesgo la vida, independientemente de si presenta o no hipotensión arterial. De hecho, los síntomas respiratorios graves aislados (afonía, tos repetitiva, dificultad para hablar, respiración sibilante), sin afectación de ningún otro órgano en relación con la ingesta de un alimento sospechoso, deben considerarse y tratarse como una anafilaxia. La alergia a alimentos es la causa más frecuente de anafilaxia. Es importante identificarla, ya que iniciar un tratamiento precoz marca el pronóstico.6

Cuadro 1 . Pruebas complementarias.3

Diagnóstico El diagnóstico de la alergia alimentaria se basa en la historia clínica y la exploración física completas. Las exploraciones complementarias son útiles para determinar el mecanismo inmunitario involucrado, el pronóstico y el seguimiento del paciente.3 En la historia clínica deben valorarse los antecedentes familiares y personales de atopia, para establecer el riesgo; la relación entre los síntomas y la exposición al alimento; el tiempo transcurrido entre el contacto o la ingesta del alimento y la aparición de los síntomas; la cantidad del alimento ingerido que provocó la reacción; las características y gravedad de los síntomas para poder clasificar el cuadro en leve-moderado o grave; la edad de inicio; y los factores asociados o desencadenantes.3 Puede ser necesario realizar una encuesta dietética exhaustiva, de 7 días, en casos de manifestaciones no inmediatas, en general digestivas o cutáneas, para valorar los alimentos implicados y así orientar las exploraciones complementarias subsiguientes.3 En la exploración física debe valorarse el estado nutricional, muy importante en los casos de alergia alimentaria múltiple, así como signos de atopia (pliegue infraorbitario de Dennie-Morgan, lengua geográfica, surco nasal transversal, etcétera).3 Los exámenes complementarios se enlistan en el cuadro 1 .



Tratamiento El tratamiento de elección y preventivo es evitar comer el o los alimentos causales del trastorno, tanto en las alergias mediadas por IgE como en las no mediadas por IgE y mixtas. Es la estrategia más segura para manejar una alergia alimentaria. Debe educarse a los pacientes para que sepan interpretar las etiquetas de alimentos envasados y así evitar su consumo inadvertido.2 En el caso de reacciones aisladas no progresivas, para aliviar el prurito, angioedema, conjuntivitis y la urticaria se prescriben fármacos específicos, como es el caso de corticosteroides (betametasona) y antihistamínicos H1 de segunda generación (loratadina). El propósito de esta combinación es suprimir la inflamación por medio de la acción de la betametasona y del prurito por mediación de loratadina.7 Betametasona proporciona efectos antiinflamatorios y antialérgicos, ya que produce efectos metabólicos profundos y variados que modifican la respuesta inmunitaria humoral ante diversos estímulos. Betametasona presenta elevada actividad glucocorticoide y menor actividad mineralocorticoide. Por su parte, loratadina es una molécula muy poco soluble que no cruza la barrera hematoencefálica, por lo cual tiene muy baja afinidad con los receptores cerebrales relacionados con la actividad sedante de otros antihistamínicos.


Referencias

  1. Reyes-Pavón D, Jiménez M, Salinas E. Fisiopatología de la alergia alimentaria. Rev Alerg Mex. 2020;67(1):34-53.
  2. Valle I, Huerta J, Huerta R. Alergia a alimentos. Alerg Asma Inmun Pediat. 2017;26(1):5-15.
  3. Barrio A, Barrio J, Cilleruelo M, Colmenero A, Fernández S, et al. Alergia alimentaria. Informe. Reunión del Grupo Gastro-Sur (Madrid).
  4. Rosas M. Alergia e intolerancia alimentaria. OFFARM. 2006;25(7):52-59.
  5. De la Cruz S, González I, García T, Martín R. Alergias alimentarias: Importancia del control de alérgenos en alimentos. Nutr Clín Diet Hosp. 2018;39(1):142-148.
  6. Valdesoiro L, Vila L. Alergia a alimentos mediada por IgE. Protoc Diagn Ter Pediatr. 2019;2:185-194.
  7. PLM. PLM Medicamentos. [Online].; 2022. Disponible en: https://www.medicamentosplm.com/Home/productos/sensizone_soluci%C3%B3n/103/101/62798/146

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