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Equimosis y hematomas

Autor: Dr. Mario Alfredo Rodríguez León

Resumen
Las lesiones sobre la piel son de las causas más frecuentes para la aparición de equimosis y hematomas. Además de éstas, el dolor, la inflamación y, en caso de haber heridas, la posibilidad de contaminación/infección están presentes como parte de las respuestas que el organismo activa para la consecución de reparaciones y cicatrización en el menor tiempo, además de la recuperación de la integridad de tejidos y la salud.

Las lesiones que se producen a consecuencia de la práctica de algún deporte o actividad cotidiana, así
como de algunas acciones violentas, son altamente prevalentes. El diagnóstico certero es sustantivo, así como el descarte de enfermedades vasculares o hematológicas, entre otras. Previa evaluación integral, la aplicación tópica de medicamentos puede proporcionar alivio del dolor, limitar la inflamación, favorecer la reabsorción de la equimosis o hematoma y acortar el tiempo de recuperación.

Palabras clave: equimosis, hematomas, inflamación cutánea, ácido salicílico, éster mucosulfúrico
de polisacárido

Abstract
Skin injuries are one of the most frequent causes for the appearance of ecchymoses and bruises. In addition to these, pain, inflammation and –in case of injuries– the possibility of contamination/infection are present as part of the responses that the body activates to repair and heal in the shortest time and
to recover tisular integrity and health.


Injuries resulting from sports or daily activities, as well as from some violent actions, are highly prevalent. An accurate diagnosis is substantive, as well as the ruling out of vascular or hematological diseases, among others. After a comprehensive evaluation, the topical application of medications can provide pain relief, limit inflammation, promote reabsorption of the ecchymosis or hematoma, and shorten recovery time.

Keywords: ecchymosis, hematoma, skin inflammation, salicylic acid, polysaccharide mucosulfuric ester

Introducción
Una de las lesiones de la piel que con mayor frecuencia se observan en la clínica son las equimosis. Si bien su origen suele ser secundario a traumatismos, éste no es su único origen. Como en la mayoría de los padecimientos humanos, las razones primarias pueden ser: trastornos de los vasos sanguíneos o intrínsecos de la sangre; o secundarios a enfermedades sistémicas u origen externo, entre los que destacan los traumatismos motivados por accidentes o actos violentos. Los hematomas corresponden a este mismo escape de sangre, pero su manifestación puede darse en cualquier tejido vascularizado del cuerpo.1, 2

Definición
El término “equimosis” corresponde a un signo clínico que significa “la extravasación de sangre hacia sitios visibles del cuerpo, como la piel, mucosas y conjuntivas”, mientras que el término “hematoma” se refiere a esta misma salida de contenido hemático, pero presente en prácticamente cualquier tejido o cavidad del organismo.

La equimosis confiere a la piel un aspecto amoratado, rojizo, sin elevación, pero con reacción inflamatoria por presencia de sustancias vasoactivas a nivel cutáneo-tisular, con lo que se activan diferentes reacciones que a su vez pasan por distintas etapas y que, en conjunto, propenden a la completa reparación del daño. El hematoma es la colección de sangre en el espacio extravascular que puede elevar la piel. En otros tejidos, el hematoma puede generar dolor.1, 2

Causas
Independientemente de la edad, la presencia de estas manifestaciones obliga a la investigación detallada sobre el origen de las mismas. En los recientes años, en los servicios de urgencias se presta especial atención a la presencia de equimosis, hematomas –especialmente si son múltiples– en personas con vulnerabilidad: niños, personas con alguna discapacidad, mujeres y adultos mayores, debido a que no es raro que éstas les sean infligidas como parte de violencia intrafamiliar.

Los trastornos de la coagulación son otro gran grupo de enfermedades que deben considerarse, en particular si las equimosis, petequias o hematomas son de aparición espontánea.


La revisión acerca de estas posibilidades es extensa y escapa de los objetivos de la presente revisión, en la que se destacarán las equimosis y hematomas de origen traumático.

Traumatismos, equimosis, hematomas
Existen diferentes motivos para la extravasación de sangre. El más frecuente es el traumatismo directo, pero, se insiste: la presencia de equimosis espontánea obliga a una indagatoria clínica detallada en búsqueda de un origen distinto.

En la clínica, la presencia de “manchas” violáceas permite una orientación con base en su tamaño; desde petequias (de 1 a 2 mm) hasta hematomas que abarquen una superficie considerable de la piel.

La equimosis suele confinarse a unos 2 cm de diámetro, no suele guardar simetría corporal y resulta frecuente el claro antecedente de traumatismo, en tanto que las petequias pueden tender a la simetría corporal, ser múltiples y sin un claro antecedente que explique su aparición.

El traumatismo sobre la piel puede causar pérdida de la continuidad del tejido y la rotura de vasos con el consecuente escape sanguíneo. Esto motiva diferentes reacciones:3, 4

Coagulación
La hemostasia involucra un conjunto complejo de procesos que mantiene íntegro un sistema cerrado de circulación sanguínea que además está a presión. Cualquier daño a la pared vascular, y con ello sangrado, activa pasos en pronta secuencia para conseguir, literalmente, “tapar la fuga” y reestablecer la integridad original a los tejidos.

Para ello se cuenta con dos etapas de hemostasia: primaria, eminentemente plaquetaria y, la secundaria, que involucra la obtención de fibrina a través de la “cascada de la coagulación”. A seguir se activa la fibrinólisis, una vez que el daño original ha sido reparado (fig. 1).4

Inflamación
La lesión causada por traumatismo sobre algún segmento de la piel genera, además del potencial de sangrado, destrucción de tejido con la consecuente liberación de sustancias vasoactivas y proinflamatorias. La inflamación es una fase clave en el proceso de reparación de heridas cutáneas.

La activación de las células inflamatorias es fundamental para prevenir infecciones en heridas contaminadas y da como resultado la liberación de una serie de mediadores, algunos de los cuales estimulan la actividad de los queratinocitos, las células endoteliales y los fibroblastos para ayudar en el proceso de reparación y cicatrización.5

Es conocido que el grado de daño de tejido –extensión y profundidad– se correlaciona directamente con el grado de inflamación y ésta, a su vez, influye en las características de la cicatrización; de ahí que es importante la pronta atención de las lesiones y la prevención de contaminación en el caso de haber solución de continuidad;5, 6 incluso este tipo de lesiones puede favorecer hiperpigmentación posinflamatoria.

Antiinflamación por vía tópica
La piel absorbe fármacos eficientemente; esto depende de múltiples factores, pero la integridad y salud de la misma, así como el vehículo y la propia sustancia activa, resultan determinantes para el óptimo objetivo a conseguir.

En general, es importante distinguir entre los preparados tópicos y los transdérmicos; los primeros se diseñan para tratamiento de enfermedades cutáneas, mientras que con los segundos se espera una acción sistémica.7, 8

Es por ello que en la actualidad existe una amplia gama de fármacos de aplicación cutánea para manejo local o sistémico utilizada en procesos inflamatorios y para el control del dolor.

En particular, algunas formulaciones poseen gran eficacia ante traumatismos de diversa índole e impacto: esguinces, lesiones musculares, bursitis y hematomas. El efecto local del ácido salicílico en diferentes proporciones favorece el efecto queratolítico que facilita la penetración de otros componentes, como el polisulfato de mucopolisacárido, el cual favorece la reabsorción de hematomas, ya que presenta un potente efecto fibrinolítico y antitrombótico local, además de su efecto antiinflamatorio.⁹

Conclusiones
• La presencia de equimosis y hematomas de forma espontánea obliga al clínico a investigar algún trastorno de la coagulación, alteraciones vasculares u otra condición que los favorece.
• El traumatismo directo es la razón más frecuente para la aparición de equimosis y hematomas. Si estas lesiones se observan en personas con vulnerabilidad, debe considerarse maltrato, abuso y violencia intrafamiliar.
• La reparación de la piel y tejidos subcutáneos, agredidos –incluidos vasos sanguíneos– involucra complejos procesos de contención-coagulación, inflamación, migración de componentes celulares, reparación y reabsorción. Este conjunto de pasos asegura la recuperación de la función y estética de las estructuras. Evitar la contaminación-infección de las lesiones es fundamental tanto para el manejo agudo como la cicatrización de la piel en el corto y mediano plazos.
• Ante el claro antecedente de traumatismo, la administración tópica de ácido salicílico favorece la desmarcación de la piel, con lo que se logra mejor penetración del mucopolisacárido, lo que potencia su efecto antitrombótico y fibrinolítico, conduciendo al acortamiento de la evolución y la pronta reabsorción de los hematomas.

Referencias

  1. Ma A. Approach to the adult with a suspected bleeding disorder. UpToDate 2022. Disponible en: https://
    www-uptodate-com.pbidi.unam.mx:2443/contents/approach-to-the-adult-with-a-suspected-bleeding disorder?search=hematomas&source=search_result&selectedTitle=2~150&usage_type=default&display_rank=2
    Consultado: 12/04/22.
  2. Resnik RR. Complicaciones posoperatorias; en: Misch. Complicaciones en implantología oral. 2018 Elsevier, Barcelona. España, S.L.U. Disponible en: https://www-clinicalkey-es.pbidi.unam.mx:2443/#!/content/book/3-s2.0
    -B9788491132721000101?scrollTo=%23hl0000945, Consultado: 12/04/22.
  3. Flores-Rivera OI, Ramírez-Morales K, Meza-Márquez J, Nava-López J. Fisiología de la coagulación. Rev Mex Anestesiol 2014;37:S382-S386.
  4. Grimaldo-Gómez FA. Fisiología de la hemostasia. Rev Mex Anestesiol 2017;40:S398-S400.
  5. Wilgus TA. Inflammation as an orchestrator of cutaneous scar formation: a review of the literature. Plast Aesthet
    Res 2020;7: doi:10.20517/2347-9264.2020.150.
  6. Guarin-Corredor C, Quiroga-Santamaría P, Landínez-Parra NS. Proceso de Cicatrización de heridas de piel, campos endógenos y su relación con las heridas crónicas. Rev Fac Med 2013;61:441-448.
  7. García-Delgado R, Travesedo EE, Sánchez-Romero A. Uso racional de la medicación tópica en dermatología. Med
    Cutan Iber Lat Am 2004;32:39-44.
  8. Della-Mea LI, Pinto-Vitorino G. La vía de absorción transdérmica fármacos y profármacos. Arch Argentinos
    Dermatol 2019; Disponible en: http://www.archivosdermato.org.ar/wp-content/uploads/2019/12/La-vi%CC%81a-de-absorcio%CC%81n-transde%CC%81rmica-2-17-2018.pdf Consultado: 17/04/22.
  9. Mobilat. Información para prescribir (IPP). Disponible en: https://www.laboratoriosconcordia.com.mx/productos/mobilat. Consultado: 01/06/2022.

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