RESUMEN
La cicatriz es el estado final y definitivo de la reparación que el organismo efectúa en una herida accidental, quirúrgica o producida por alguna afección.
Se consideran dos tipos de cicatrización patológica: excesiva (hipertrófica y queloide) e insuficiente (atrófica). La cicatrización queloide es un desorden en la estructura normal de la colágena, que conduce a un crecimiento anormal y desproporcionado de las fases normales de la cicatrización.Las cicatrices hipertróficas y queloides por lo general se presentan después de un traumatismo en individuos predispuestos. Su etiología, manifestaciones clínicas y tratamiento son diversos. Una mejor comprensión en la patogénesis de las cicatrices puede ser primordial para optimizar las terapias.
Palabras clave: etapas de la cicatrización, cicatrices hipertróficas, cicatrices queloides.
ABSTRACT
The scarring process is the final and definitive repair of accidental, surgical and other types of wounds. This is a current complete and review of keloid scarring as a dermal – epidermis and neoplasic disease. Two types of scarring: Excessive (hypertrophic and keloid) and insufficient (atrophic).The physiopathology of keloid scar formation is based on an abnormal collagen structure and alteration of healing phases. Keloids and hypertrophic scars are benign fibrous growths which usually occur after trauma in predisposed individuals. Their etiology, clinical manifestations and treatment are diverse. A better understanding of keloid pathogenesis may lead to improved therapies.
Key words: scarring stages, keloid, hypertrophic scar.
Por: Dra. Rossana Janina Llergo Valdez
Dermatóloga, dermatooncóloga y cirujana dermatóloga. Práctica privada. Clínica dermoquirúrgica Skin & Laser
La piel es un órgano que se encuentra en contacto con el medio ambiente y tiene como función proteger al organismo de agresiones externas.
Una herida es la consecuencia de una agresión que da como resultado una solución de continuidad en los tejidos. La reparación de una herida es una integración de procesos interactivos y dinámicos, cuya secuencia se superpone en el tiempo.
Etapas de la cicatrización
La cicatrización representa un proceso complejo en el que participan mediadores químicos, células y proteínas de matriz que participan conjuntamente para restaurar el tejido lesionado.
Fases del proceso de cicatrización:
Inflamación:
Muchas heridas cutáneas dan por resultado hemorragia y con ello la liberación de enzimas proteolíticas que activan el factor XII de Hageman (XIIa), ello desencadena la liberación de mediadores solubles de inflamación que modulan la permeabilidad vascular y la locomoción celular.
- Permeabilidad vascular: los factores que modulan la permeabilidad vascular incluyen:
a) Polipéptidos. Tales como bradiquinina y proteasas catiónicas derivadas de los gránulos lisosomales de los neutrófilos.
b) Aminas vasoactivas. Como histamina derivada de los mastocitos y serotonina derivada de los basófilos, plaquetas y mastocitos.
c) Ácido araquidónico. Es un lípido ácido y se metaboliza en dos vías; por un lado la vía de la ciclooxigenasa da lugar a prostaglandinas y tromboxanos, y la de lipoxigenasa cuyos productos finales son: el ácido 5-hidroxieicosanoico y los leucotrienos, éstos últimos tienen capacidad tanto vasodilatadora como quimiotáctica.
La permeabilidad vascular inmediata ocurre en minutos y es transitoria, es mediada por histamina y serotonina; en cambio la permeabilidad tardía se presenta en un periodo de tres a seis horas luego del trauma y es mediada por prostaglandinas, bradiquinina y leucotrienos.
- Locomoción celular: las sustancias solubles que participan en la quimiotaxis se clasifican funcional y estructuralmente en:
- Lípidos ácidos. El 5-HETE y los leucotrienos son quimiotácticos para los polimorfonucleados.
- Péptidos. Los derivados del complemento especialmente C5a y C3a.
- Enzimas. Proteasas.
Luego de producirse una herida, los glóbulos rojos, neutrófilos y plaquetas son atraídos de inmediato al sitio del daño. Las plaquetas son de especial importancia ya que liberan, a partir de sus gránulos, histamina, serotonina y factores de crecimiento como son los derivados de plaquetas (PDGF), de fibroblastos (TGF alfa y beta), epidérmico (EGF). Tienen propiedades quimiotácticas para los polimorfonucleares, monocitos, fibroblastos y células epidérmicas.
Los polimorfonucleares entran en acción en las primeras seis horas y permanecen en el sitio dañado hasta por 72 horas; durante este tiempo se liberarán enzimas proteolíticas y destruirán las bacterias que colonicen la herida.
Alrededor del quinto día los macrófagos arriban y, además de fagocitar y debridar, liberan factores de crecimiento como PDGF, TGF beta, EGF y factor de crecimiento de los fibroblastos (FGF), factor de necrosis tumoral alfa (TNF alfa) e IL-1. Todo atraerá nuevas células, pero especialmente a los fibroblastos que empezarán a sintetizar una matriz de fibrina con su constituyente principal: la fibronectina; ella guiará la migración de más fibroblastos y células epiteliales, además, fijará colágena en particular del tipo I y III. Todo ello facilita la segunda fase: la de proliferación.
Proliferación (formación de tejido de granulación):
La célula clave es el fibroblasto, cuya movilidad le permitirá adherirse a la fibrina y colágena. Los fibroblastos a su vez sintetizarán más fibrina, colágena y proteoglicanos; en especial colágena I, que es abundante en la piel del adulto, y colágena III de tipo fetal, la cual será luego sustituida por colágena I conforme la herida madura.
En términos sencillos, el fibroblasto sintetiza a nivel intracelular procolágena, que al ser secretada da lugar a tropocolágena en el exterior, que finalmente se ensambla en haces de fibras de colágena por medio de enlaces cruzados.
La síntesis de colágena inicia a los tres días del daño y alcanza un pico a los siete días, pero tal proceso persiste inclusive seis meses después. Ello da paso a la tercera fase: la maduración.
Maduración:
En ésta habrá una remodelación continua de la cicatriz, los haces de colágena se empacan más densamente y con menos agua.
Ello permite un aproximación mayor de la molécula para permitir más enlaces cruzados, lo que da lugar a una colágena insoluble con mayor fuerza tensil.
Durante esta fase habrá un delicado equilibrio entre síntesis y lisis de la colágena a través de la colagenasa, que es elaborada por las células de la inflamación que aún persistan (como macrófagos y neutrófilos).
La colágena con escasos enlaces cruzados es más propensa a la degradación; mientras que la colágena depositada a lo largo de las líneas de tensión relajada será más resistente a la acción de dicha enzima.
Durante esta fase de remodelaciónde la matriz extracelular, en la que los fibroblastos y queratinocitos producen enzimas, como las metaloproteinasas y sus inhibidores para reorganizar la arquitectura, se puede generar un desequilibrio entre las metaloproteinasas y sus inhibidores, si la reacción es inadecuada con disminución del tejido colágeno se forman cicatrices atróficas, o si, por el contrario, la reacción es exagerada con producción de abundante tejido fibrótico se forman cicatrices hipertróficas. También, se han identificado otros factores, como la infección, el trauma repetido y la formación de quistes por largo tiempo que favorecen este proceso de formación de cicatrices.
También en esta etapa ocurrirá la contracción de la cicatriz que se define como un proceso fisiológico en el que una herida de espesor total disminuye de tamaño por el movimiento centrípeto de la piel circundante.
En esta etapa entra en acción una célula especializada conocida como miofibroblasto la cual exhibe tanto funciones de fibroblasto (síntesis de colágena) como de célula de músculo liso (contractilidad).
Esta fase dura por lo menos un año y a lo largo de este tiempo la cicatriz sufrirá remodelación constante.
Existen diferentes tipos de cicatrización. Se consideran dos tipos de cicatrización patológica: excesiva e insuficiente.
- La cicatrización patológica excesiva es aquella en la cual existe una sobreproducción de cicatriz (queloides y cicatrices hipertróficas).
- La cicatrización patológica insuficiente es aquella en la cual existe un déficit de cicatriz (heridas crónicas e inestables, atróficas, estrías).
Cicatriz atrófica.
Tiene carencia de tejido de reparación al ser destruido por inflamación o traumatismo. Son deprimidas, delgadas y pálidas. Resultan ser más anchas que la herida original. La fina piel que la cubre tiende a replegarse.
- Del 80 al 90% de las personas con acné tienen cicatrices relacionadas con pérdida de colágeno (cicatriz atrófica) comparadas con la minoría, que presentan cicatrices hipertróficas y queloides.
Cicatriz hipertrófica.
Es una lesión fibrosa, eritematosa, elevada y pruriginosa, que se forma dentro de los bordes iniciales de una herida, habitualmente en un área de tensión. Suele tener un patrón de regresión espontánea, aunque sea parcial, debido a que los haces gruesos y hialinos de los nódulos de neocolágeno gradualmente se vuelven rectos y más delgados, mientras que las fibras colágenas se orientan de forma paralela a la superficie libre de la piel. Tiene poca tendencia a la recidiva luego de la resección quirúrgica. Presenta menos asociación familiar, no es característica de alguna raza o sexo específicos, su aparición es temprana luego de la cirugía y su etiología son la tensión y el tiempo de cicatrización.
Cicatriz queloide.
Es una lesión con aspecto tumoral de color rosa o púrpura y, a veces, hiperpigmentado. El epitelio sobre la lesión es delgado. Las cicatrices queloides persisten en el tiempo y pueden extenderse más allá del sitio de la lesión inicial como consecuencia del aumento de tamaño de los nódulos y por la disposición concéntrica que adoptan las bandas de colágeno. La recidiva es muy frecuente luego de la resección quirúrgica. El prurito y dolor son frecuentes. Es común la asociación familiar; se manifiesta con mayor frecuencia en pacientes de raza negra y en orientales, y más en mujeres que en hombres; es de inicio tardío luego de la cirugía; las localizaciones más habituales son la cara, las orejas, el tórax, y su etiología es desconocida.
Las estrías son un tipo de cicatriz lineal, bien delimitada, múltiple, simétrica, que sigue las líneas de fragmentación. En sus comienzos, son de color rojo violáceo (estría rubra); con el paso del tiempo las lesiones se vuelven atróficas, blancas y presentan una apariencia arrugada (estría alba).
Cicatrices postacné
Las cicatrices por acné son una complicación frecuente y con grandes implicaciones sociales y psicológicas en el individuo, por lo cual la atención debe estar dirigida al manejo oportuno y agresivo de las formas graves de acné evitando así, en lo posible, su aparición. Sin embargo, algunos de estos pacientes van a presentar dicha complicación aun con una intervención temprana; esto se debe a una alteración en la cicatrización y a la gravedad y duración del fenómeno inflamatorio. Para su tratamiento se cuenta con diferentes alternativas químicas, físicas y quirúrgicas que podrían ser una buena opción para mejorar la apariencia de la piel.
Las cicatrices de acné se clasifican en atróficas e hipertróficas. Las atróficas son las más comunes, se forman por pérdida del tejido colágeno y se localizan frecuentemente en el área facial. Estas cicatrices se subclasifican según su amplitud, profundidad y forma, en cicatrices en ice pick(picahielo), rolling(en rollo) y boxcar(en caja)(véaseFigura 1).
Aquellas en picahielo corresponden al 60-70% de las cicatrices, con una base estrecha de hasta 2 mm, puntiforme pero profunda. Se describen en forma de “V” por su salida estrecha y un tracto epitelial que se extiende en profundidad en la dermis o tejido celular subcutáneo. Debido a estas características, los tratamientos superficiales no son de utilidad en este subtipo. Las cicatrices en rolling corresponden al 15-35% de los casos. Son de base ancha, entre 4 y 5 mm, y se deben a una alteración de las fibras de anclaje que conectan la dermis con la hipodermis, lo que les da un aspecto ondulado en forma de “M” o con arrugas sutiles en la superficie de la piel. Las cicatrices en boxcar, corresponden al 20-30% de los casos. Se caracterizan por sus bordes verticales bien delimitados, con una base más amplia que las cicatrices en picahielo, sin terminación cónica, lo que les confiere una apariencia ovalada o en “U”, similar a la de las cicatrices por varicela. Se subdividen en superficiales (<0.5 mm) y profundas (>0.5 mm) y tienen un diámetro de entre 1.5 y 4 mm.
TRATAMIENTO
Cicatrices postacné
El tratamiento debe ser seleccionado dependiendo del paciente y el tipo de cicatriz. Una consideración especial se debe tener en pacientes que han llevado tratamiento con isotretinoína oral para el manejo del acné. En este caso, el tratamiento de las cicatrices postacné es conveniente aplazarlo un año después de haber suspendido la ingesta de dicho medicamento, para realizar tratamientos quirúrgicos y/o láser. Se puede dar manejo tópico o realizar microdermoabrasión suave sin riesgo antes del año.
Para obtener máximos beneficios de los procedimientos con lo que actualmente se cuenta en el manejo de cicatrices, deben realizarse varias sesiones, con intervalos de cuatro semanas y combinarse las diferentes modalidades.
El tratamiento depende del tipo de cicatriz en cuestión (véaseFigura 1).
QUIRÚRGICO
Escisión en huso. Es una solución simple para cicatrices que asienten en líneas de expresión facial y en cicatrices hipertróficas relacionadas con túneles y puentes. Luego del cierre en huso, se puede esperar un mes y se realiza dermoabrasión con el objeto de atenuar más el trazo de la nueva cicatriz.
Resección en punch. Esta opción de manejo se reserva sólo para cicatrices puntiformes en tipo picahielo muy pequeñas. El objetivo es retirar en bloque la cicatriz hasta la profundidad del tejido subcutáneo, con el empleo de un sacabocados.
Elevación con punch. Se realiza colocando un punch desechable para cortar las fijaciones laterales de la cicatriz, luego el fondo de ésta se eleva hasta un nivel similar al de la piel circundante; una vez que ha ocurrido la cicatrización, es posible que se requiera regularizar los bordes con rasurado o electrodesecación.
Subcisión. Es una forma de despegamiento subcuticular con mínima incisión local. El método consiste en cortar bajo una cicatriz deprimida, arruga o defecto de contorno usando una aguja hipodérmica y el procedimiento pretende elevar la base del defecto al nivel de la superficie cutánea circundante. La efectividad de la subcisión depende de dos factores:
- El acto de liberar quirúrgicamente la piel de sus fijaciones a los tejidos profundos da por resultado la elevación de la piel.
- El trauma controlado que se produce inicia un proceso de cicatrización de la herida con la consecuente formación de tejido conectivo nuevo (fibroplasia) el cual también eleva la depresión.
NO QUIRÚRGICO
Microdermoabrasión. Es un procedimiento dermocosmético en el cual es removido el estrato córneo parcial o completamente mediante una ligera abrasión, para corregir o mejorar las imperfecciones de la piel. Es usada para tratar la piel de una variedad de sitios anatómicos incluyendo cara, cuello, tórax anterior, brazos, codos, rodillas y manos. Algunas veces, es usada en combinación con quimioexfoliación y láseres no ablativos.
Quimioexfoliación (peeling).Es un procedimiento que consiste en la aplicación de uno o varios agentes químicos con acción exfoliante sobre la superficie de la piel y produce una destrucción controlada de la epidermis y/o dermis papilar y/o dermis reticular, seguida de reepitelización. La magnitud de la exfoliación depende de la profundidad alcanzada por el agente químico. Los más usados son los siguientes: ácido tricloroacético, hidroxiácidos (ácido glicólico, ácido láctico, ácido mandélico), solución de Jessner (ácido láctico 14%, resorcina 14%, ácido salicílico 14%), ácido retinoico y fenol.
Tratamiento de estrías.Son de difícil manejo pero pueden ser de utilidad las quimioexfoliaciones con ácido tricloroacético al 25% o 35% cada seis a ocho semanas. Se recomienda manejar con tretinoína 0.1% 1 vez al día, aplicación nocturna, asociado a microdermoabrasión y láser.
Láser.Está indicado para todos los pacientes con cicatrices tipo “furgón” (superficial o profunda) o cicatrices onduladas. Los láseres ablativos plenos o fraccionados logran la eliminación del tejido dañado a través de fusión, evaporación o vaporización. El láser de CO2 y el láser erbio YAG son los tipos ablativos más utilizados para el tratamiento de las cicatrices del acné. Éstos remueven tejido de la superficie y estimulan la neoformación de fibras de colágeno dérmico. Los láseres no ablativos no remueven el tejido, sino que estimulan la formación de colágeno nuevo y provocan la contracción de la piel con la elevación de la cicatriz a la superficie. Entre los láseres no ablativos, los más utilizados son los láseres de diodo y NdYAG.
Cosmecéuticos.El término “cosmecéutico” se cree que fue mencionado por primera vez en 1984, cuando el dermatólogo americano Albert Kligman los definió como “agentes tópicos que tienen tanto una función cosmética como terapéutica”. Actualmente se disponen de productos farmacéuticos con resultados prometedores para el manejo de las cicatrices, en donde se aprovechan las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y regeneradoras de la vitamina A, E y extractos de plantas como Anthemis nobilis, Lavandula angustifolia,Rosmarinus officinalis, Calendula officinalisy bisabolol.
Cicatrices hipertróficas y queloides
El tratamiento ideal para la cicatrización excesiva es la prevención. El cierre temprano de la herida al disminuir el tiempo de la fase inflamatoria decrece la cantidad de fibrosis. Siempre que se pueda, las incisiones deben planearse paralelas a las líneas de menor tensión de la piel, y suturar sin tensión.
Corticosteroides
- Administrados intralesionalmente.
- a) Acetónido de triamcinolona (10-40 mg/mL) administrado solo, con una tasa de respuesta significativa fue del 50 al 100%, con una recurrencia del 9 al 50% en cinco años. b) Fosfato de dexametasona (1 mg/mL); 76.5% de buena respuesta. c) Puede administrarse solo, combinado con hialuronidasa y con otras terapias.
La triamcinolona es la más popular. La tasa de éxito es de cerca de 70%. Si se aplica sobre la cara, la concentración de triamcinolona debe ser de 2.5 a 20 mg/mL, y para el resto del cuerpo entre 20 y 40 mg/mL. Los corticosteroides tienen un efecto inhibitorio sobre el crecimiento de fibroblastos y alfa2 macroglobulina, el cual resulta en degradación del colágeno.
El riesgo de complicaciones es grande si el corticoide es inyectado en la dermis o tejido celular subcutáneo vecino. El depósito excedente puede producir atrofia. La corticoterapia frecuentemente se combina con cirugía. Una cicatriz queloide puede inyectarse múltiples veces, aproximadamente, cada 21 días.
Compresión. El uso de compresión en la prevención de cicatrices hipertróficas en los quemados fue popularizado desde hace 25 años, de igual manera se ha usado para las cicatrices queloides, con prendas elásticas que proporcionen una presión de 24 mmHg para que exceda la presión capilar normal. El efecto buscado es causar hipoxia, que ocasiona degeneración de fibroblastos y cese del crecimiento de la cicatriz. También se sabe que la disminución del flujo sanguíneo capilar disminuye los niveles de la alfa2 macroglobulina que inhibe la colagenasa. En los últimos 15 años se ha usado en forma tópica, en lesiones pequeñas, una lámina de gel de silicón. Este procedimiento se dificulta en lesiones grandes porque la lámina no puede conformarse y adherirse bien. Pero el efecto no es por presión porque las medidas que se han obtenido debajo del gel están en el rango de 1 a 12.8 mmHg, que no llega a los valores necesarios para aplanar cicatrices hipertróficas. También se ha medido la temperatura, encontrando elevación de ésta en la piel de 1 a 3 oC. Esta pequeña elevación puede tener efectos significativos en la acción cinética de la colagenasa y puede resultar en un incremento de 4 a 10 veces de su actividad. Unos autores sugieren el efecto benéfico del incremento en la humedad de la piel, pero se sabe que no hay reacción química directa entre la cicatriz y la lámina de silicón.
Cirugía. La escisión quirúrgica de los queloides sin una terapia adyuvante tiene un alto porcentaje de recurrencia. Por lo general, después de la escisión quirúrgica simple de un queloide la recurrencia varía entre el 50 y 80%, y a menudo aparece una cicatriz de mayor tamaño.De los procedimientos quirúrgicos que mejores resultados se han obtenido es el rasurado, ya sea con bisturí o con radiofrecuencia, siendo este último más práctico.
Láser. Se ha utilizado láser de CO2 para el rasurado de estas cicatrices. Este láser produce vaporización del tejido con mínima coagulación. El láser pulsado de 585 nm parece mejorar los síntomas (prurito), el color (eritema) y la estructura (tamaño y superficie) de los queloides.
Crioterapia. La crioterapia se ha utilizado en monoterapia, con unos porcentajes de aplanamiento total de la lesión que van del 51 al 74%, o bien en combinación con otros agentes, como por ejemplo esteroides intralesionales, donde se observó una tasa de respuesta del 84%. El tratamiento implica sesiones de dos a tres ciclos de congelación-descongelación, de duración entre 10 y 30 segundos cada ciclo. Por lo general se requieren de 2 a 10 sesiones, separadas por 20 a 30 días para lograr el aplanamiento de la lesión. Entre los efectos secundarios se incluyen el edema, dolor, hipoestesia, infección de la herida, necrosis e hipopigmentación. Los melanocitos son muy sensibles al congelamiento, lo cual puede inducir hipopigmentación en individuos de piel oscura.
Los queloides en el lóbulo de la oreja merecen considerarse por separado. Es de interés la tasa de recurrencia de queloides en el lóbulo de la oreja. Un estudio mostró una tasa de recurrencia de sólo el 41% después de la cirugía. Estudios usando cirugía y esteroides dan tasas de recurrencia de 1 a 3%. Resultados promisorios se documentan con la combinación de cuatro técnicas para el tratamiento de queloides del lóbulo de la oreja. En una primera sesión se realiza una escisión quirúrgica del queloide, es seguida por inyección de acetónido de triamcinolona en la segunda semana del posoperatorio. Aplicándose presión mediante gel de silicón sujetado por un arete, por cuatro meses. Se han observado buenos resultados con la criocirugía como monoterapia en pacientes jóvenes.
RECOMENDACIONES
Cerca de cavidades naturales es fundamental evitar la existencia de cicatrices retráctiles con un planeamiento adecuado o recurriendo al cierre mediante zetaplastia.
Cuando se produce una complicación quirúrgica moderada o grave, ya sea por dehiscencia, necrosis o infección, en muchas ocasiones no va a ser posible una sutura nueva o una limpieza local de la herida. El desbridamiento del tejido sobrante va a ser un procedimiento casi constante en los cuidados posoperatorios, y en algunos casos va a ser necesario un cierre por segunda intención. El desbridamiento tiene tres objetivos fundamentales: eliminar el material necrótico aumentando así la capacidad del tejido para resistir infecciones, disminuir la inflamación y crear un borde limpio de la herida. La realización de este proceso puede diferir en función del tipo de elemento que se use para tal fin, de forma que hablamos de desbridamiento quirúrgico, que se relaciona o no al desbridamiento químico o enzimático con proteolíticos o fibrinolíticos como la colagenasa, al mecánico (gasas) o al autolítico con hidrogeles.
No se debe limpiar la herida con antisépticos locales del tipo povidona iodada, agua oxigenada, ácido acético o solución de hipoclorito, ya que son tóxicos e inhiben el mecanismo de cicatrización. Sería recomendable la limpieza de la herida quirúrgica con soluciones de clorhexidina al 0.05 a 2%.
Conclusiones
Es importante recordar que el aspecto cosmético de una cicatriz puede continuar mejorando hasta 18 meses después de formada. La apariencia de una cicatriz con una semana de evolución no cuenta tanto como la apariencia a largo plazo. Debido a este largo proceso de “maduración”, la revisión final de la cicatriz se retrasa 12 a 18 meses después de la intervención. Una mejor comprensión en la patogénesis de las cicatrices es primordial para optimizar las terapias.
Las cicatrices por acné son una complicación frecuente y con grandes implicaciones sociales y psicológicas en el individuo, por lo cual la atención debe estar dirigida al manejo oportuno y agresivo de las formas graves de acné, evitando así, en lo posible, su aparición. Sin embargo, algunos de estos pacientes van a presentar dicha complicación aun con una intervención temprana; esto se debe a una alteración en la cicatrización y a la gravedad y duración del fenómeno inflamatorio. Para su tratamiento se cuenta con diferentes alternativas químicas, físicas y quirúrgicas que podrían ser una buena opción para mejorar la apariencia de la piel.
El tejido cicatricial que se eleva por encima del nivel de la herida pero se mantiene dentro de los bordes de la herida original se llama cicatriz hipertrófica. La cicatriz queloide se extiende más allá de los bordes de la herida original. Las cicatrices hipertróficas se evidencian con más frecuencia en heridas que se dejan granular por segunda intención.
Las cicatrices hipertróficas aparecen de forma temprana (a las cuatro semanas), con frecuencia tienen regresión espontánea y no recurren. Las cicatrices queloides pueden aparecer meses después de un evento, no presentan regresión espontánea y es común que recurran.
El desarrollo de cicatrices hipertróficas y queloides se debe a la idiosincrasia del paciente y no a la técnica quirúrgica en sí. Existen determinadas causas predisponentes para estas anomalías de la cicatrización, tales como la existencia de casos familiares y la mayor prevalencia en las razas negra y oriental. La topografía más afectada es la cintura humeral (hombros, tórax y zona alta de la espalda) y los lóbulos de la oreja.
Las hipo e hiperpigmentaciones se producirán con mayor frecuencia en pacientes con fototipo elevado.
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